4 consejos para sobrevivir a las fiestas familiares en Navidad
Cuando les pregunten por el novio, respondan que su misión es tener muchos novios por el mundo y que no pudieron decidir a cual llevar a tan magno evento.
Navidad, Navidad, Navidad: época para pasarla bien con quienes queremos, época para plantearnos nuevos propósitos para el año siguiente, época para darnos una medalla por todo lo que logramos y superamos durante el año.
Pero mis queridas lolas, no nos mintamos: también puede convertirse en una época un poco estresante o irritable para las que nos encontramos con nuestras familias –sin dejar de lado que es un privilegio poder seguir compartiendo y contando con su presencia en nuestras vidas-, ya sea porque a veces no nos sentimos en sintonía con ellos, o porque simplemente suelen dar opiniones que no estamos pidiendo o hacen preguntas que no esperamos y nos incomodan.
Por eso, como sabemos que no somos las únicas que nos identificamos con esta situación, les compartiremos 4 consejos infalibles con los que saldrán triunfantes de sus reuniones familiares en Navidad y no volverán a sentir deseos de salir huyendo cada que se encuentren con esa tía que siempre las ve muy gordas o muy flacas u ojerosas.
1- Ante preguntas jartas como “mija, usted tan linda ¿por qué lleva tanto rato sin novio?”, simplemente sonrían y pregúntense si de verdad vale la pena perder su estado zen navideño por tales comentarios. Ustedes más que nadie saben que si siguen solas es porque aprendieron a ser selectivas y que su ser y tiempo, no se comparten con cualquiera.
Incluso, si lo suyo es el sarcasmo y no quieren quedarse con la espinita, pueden decirles que su misión es tener muchos novios por el mundo y que no pudieron decidir a cual llevar a tan magno evento.
2- Cuando se acerque a abrazarlas en exceso o a decirles lo lindas que se han puesto, el tío o amigo cercano a la familia que está ebrio, asegúrense de que las escuchen los que las están rodeando y pregunta en voz alta “¿por qué seguimos invitando a este señor”? No tienen por qué soportar tal situación y lo ideal es que los demás también estén alerta.
3- Cuando llegue la tía que ven cada año a decirles que por qué subieron o bajaron de peso o que por qué están tan demacradas, de nuevo sonrían con la seguridad que las caracteriza y respóndanle que afortunadamente han tenido cambios físicos que las hacen sentir feliz con lo que son y que lamentan que ella aún siga siendo esa persona que busca incomodar a los demás, haciendo comentarios sobre su apariencia.
4- La idea no es ver arder el mundo ni entablar batallas sin sentido que dañen el ambiente. La idea es darles una lección de prudencia y que ustedes se den cuenta que estas situaciones no tienen por qué robarles la paz. Háganse sentir, disfruten, coman y brinden, porque esa incomodidad no la van a volver a sentir el próximo año.
¡Salud y feliz Navidad, queridas lolitas!
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