Soy una lolita que suele pensar que las mujeres no necesitamos a nadie para valernos por nosotras mismas o para ser exitosas, y estoy segura que hay muchas otras que piensan igual que yo, que sabemos que ser exitosas depende de una misma y se puede lograr sin el requisito impuesto de tener un hombre al lado (independientemente de que sea o no el amor de nuestra vida).

Pero, ¿qué pasa con aquellas chicas que se superan a sí mismas y son exitosas acompañadas de su compañero de vida?

Soy también fiel creyente de que nosotras podemos valer muchísimo por nosotras mismas con una persona con la que podamos compartir parte de nuestros días y noches, o alguien con quien ver Netflix todo un domingo por la mañana, porque es muy lindo ser exitosas por nosotras mismas, pero también lo es cuando tenemos a una persona que nos acompañe en el proceso.

Para mí, hablar de compañeros de vida y del amor en sí, es hablar de todos los mitos que giran alrededor del mismo; es por eso que voy a intentar desmitificar el amor y todo lo que él trae consigo mismo (esto también lo hago esperanzada en que haya alguna lolita que piense como yo, o que al menos comparta alguito de lo que expongo).

“Con alguien más voy a lograr encontrar todo ese amor que muchas veces me hace falta”

No, lolita, el amor primero empieza por ti misma, por saber que tú, de la forma que sea, eres valiosa, hermosa y única. Si por momentos te sientes sola, piensa lo bonito que sería estar en armonía contigo mismo primero y lo bacano que sería, después de eso, invitar a alguien a que te acompañe a estar sooooola, para que al menos los momentos silenciosos no sean tan incómodos.

Pero primero tú, Lolita, primero aprender a amarte y aceptarte (por más difícil que sea) para así poder compartir con alguien después, alguien que sepas que te va a querer, y alguien a quien tú puedas querer, porque sabes lo difícil que es llegar a amarte a ti misma y sabes ya que nadie n-u-n-c-a te va a quitar ese amor.

“No necesito nunca de nadie más para sentirme realizada como mujer, me va mejor en el amor con mis perros y gatos”

Seguramente sí, el amor puede ir mejor en compañía de 4 patitas peluditas; y sí, no necesitamos de absolutamente nadie para sentirnos realizadas como mujeres. Pero, ¿qué tan bonito es realizarnos en compañía de alguien más? ¿Qué tan bonito es compartir con otra persona todos esos éxitos y logros obtenidos como mujer exitosa?

Es hermoso, y no lo digo por ser una Lolita que cree en el amor a la antigua, ese de películas como The notebook o A walk to remember (o todas las otras inspiradas en novelas de Sparks); lo digo también por ser una lolita que cree que venimos al mundo para compartirlo con otras personas, y porque también estoy segura que la vida es mucho más placentera cuando la caminamos de la mano de alguien que amamos.

“Es que yo ya no encontré el amor de mi vida, y por ende creo que ya ni existe”

Lolita, el amor de la vida viene de muchas formas. A mi primer amor de la vida le dije papá, al segundo mamá y al tercero hermano, y sí que ha sido maravilloso caminar con ellos. Yo sí que creía que a mí no me iba a llegar el que era, y por ende me creía incapaz de enamorarme o de amar a alguien más, estaba metidísima en ese cuento de que como ya no fue con nadie, ya no era para mí… y estaba equivocada.

Equivocadísima, más bien, porque el amor de tú vida siempre ha estado ahí, y ¡ERES TÚ MISMA! Cuando somos conscientes de eso, sabremos lo importante que es querernos todos los días, cuidarnos, aprender a manejarnos en nuestros peoooores días, tenernos paciencia, respetarnos y mimarnos muchísimo.

El otro amor de la vida, o compañero de vida, más bien, llega cuando una menos se lo espera, y como he dicho varias veces, es maravilloso estar con alguien más, y es maravilloso aprender a amar. Lolita, mientras te llega la persona que te va a hacer brincar, bailar y gritar, disfruta con tus otros amores de la vida, porque ellos sí que le ponen sabor a tus días, y disfrútate a ti, porque no hay nada más lindo que auto-mimarse.

“Los opuestos siempre se atraen”

Lolitas, tal vez en algunos casos específicos (como en la física), los opuestos sí se atraigan, pero en la vida real, no siempre funciona así -y por vida real me refiero a la historia de amor que vivimos o queremos vivir-.

En muchas ocasiones, estas con una persona opuesta a nosotras, nos hace querer romper reglas y querer salir de nuestra zona de confort (de la cual es bueno salir de vez en cuando), pero ¿acaso eso no llega a complicar un poco las cosas?

Cuando estamos con alguien totalmente diferente a nosotras, logramos descubrir facetas nuestras totalmente diferentes y en algunas ocasiones, divertidas, pero esto puede llegar a hacer más complejo el amor, y, Lolita, el amor no debe ser complicado. Al compartir con una persona afín, las cosas pueden fluir y salir muchísimo mejor, y, al menos para mí, estar con una persona parecida me parece esencial para el desarrollo de la relación. Obviamente, es muy difícil encontrar a alguien que haga un match al 100%, pero con que al menos coincidamos en qué ver en Netflix, está muy bien.

“El amor llega de la nada”

A pesar de que este no parezca del todo un mito, el meollo del asunto es que conocer a alguien puede suceder en un abrir y cerrar de ojos, pero llegar a saber sus deseos, sus sueños, sus miedos, conocerla realmente, se necesita tiempo, por lo que al encontrarnos en este mundo tan grande y lleno de personas, podemos creer que nos encanta y de buenas a primeras que le vamos a amar por siempre debido al impacto visual del momento, pero la vamos a amar realmente cuando la hayamos visto atascada en el tráfico, cuando haya perdido el teléfono celular o cuando llore de la risa.

Amar a una persona de verdad no es sencillo y para llegar a ese punto se requiere tiempo e historias, pero sí que es bacano obtener ese amor que algunas esperamos o que en algún punto de nuestra vida queremos. Así que, conocer a alguien sí puede ser un evento que ocurra de la noche a la mañana, pero construir algo más lleva tiempo, y Lolitas, como afirmé a lo largo del texto, el amor sí que es una berraquera, y vivir con él, sin creer en esos dichos y mitos que nos dicen nuestras tías, es aún mejor.