El uso excesivo del filtro del perrito en Snapchat y mi ex me delataron: soy bendecida y afortunada y no pediré perdón al niño Dios por eso. Sí, tuve miedo de enfrentarme al fantasma de las navidades pasadas diciéndome lo que era, pero entendí que soy bendecida por poder ver mis errores como aprendizajes, las cosas que no hice como próximos planes y afortunada por contar con que todo saliera bien, incluso cuando parecía poco probable y el concepto de bien resultaba siendo lo menos pensado.

Me declaro sobreviviente a la muerte de David Bowie, el triunfó del “No”, la elección de Trump, el último rompimiento –supuestamente definitivo- de Justin y Selena, que acabaran las ediciones impresas de Infashion, mi papá me pillara llegando en la madrugada, el parcial que casi me arruina la vida, un año sin ver a mi mejor amiga y que me rompieran el corazón.

Y abierta a ese cliché de “cada final es un nuevo comienzo”, porque la vida es una montaña rusa y te lleva del todo a nada. Pasas de querer casarte con tu bizcocho a bloquearlo de todas las redes sociales como de diciembre a enero –claro, no sin antes asegurarte de tener un perfil falso para stalkearlo-.

Al fin de cuentas cuando creemos que pasó otro año sin llevar una vida fit, conseguir un promedio de ensueño, prender velitas con el amor de nuestras vidas o viajar a una playa exótica en realidad lo que tenemos es una oportunidad para empezar de cero; porque hay cosas por las que no vale la pena culparnos como el like que se fue donde no debía y ahora buscamos quitar desesperadamente para recobrar la dignidad.

Por eso el fantasma de las navidades pasadas llega a decirnos sí, pasaron 365 días en los cuales no dibujamos lo planeado, pero nos salimos de la línea para hacer lo que se nos dio la gana e hicimos del YOLO –You only live once- una filosofía igual o más digna a las inventadas en la antigua Grecia.

Diciembre llega para mostrarnos que la vida es mucho más fácil de lo pensado y que Aristóteles y Olivia Palermo tienen mucho más en común de lo que creíamos, porque si para él el único objetivo era ser felices la It Girl encontró el cómo serlo cuando dijo eso de “La vida es acerca de enamorarse de la persona adecuada, ir de compras, comer nuestros postres favoritos y viajar mucho”.

Sí, eso es todo lolitas y es lo suficientemente simple para olvidarlo. Algunas veces solo se trata de abrir el corazón para amar mucho -aunque sea un error a ratos- y no arrepentirnos de ello. Ya habrá otros años para terminar lo que empezamos, pero mientras tanto tenemos este para aceptar con orgullo que somos bendecidas y afortunadas y no correr ante los fantasmas de las navidades pasadas.