
Bienvenidas a la segunda entrega de los mitos sexuales más comunes y no tan comunes que nos atemorizan hasta el día de hoy. Segunda porque la primera tanda de mitos sexuales fue esta. En esta edición, viajaremos al pasado (haciendo memoria) para enumerar esa lista de ideas que nos han implantado desde nuestra más temprana edad. Y que, como amigas, hijas, hermanas, y/o futuras madres podemos estar replicando equivocadamente.
Esta lista de mitos comienza con una pequeña y dolorosa mentira, el día que dimos ese importante paso de niña a mujer, cuando comenzamos a sentirnos atraídas por otros seres y quisimos explorar nuestra sexualidad más a profundidad. En ese entonces se nos dijo algo que probablemente muchas creemos hasta el día de hoy: “perder la virginidad duele”.
LA PRIMERA VEZ DUELE. ¡Falso!
Tener relaciones sexuales por primera vez no tiene por qué ser una experiencia dolorosa. Por supuesto que se puede sentir dolor y probablemente muchas lo sentimos. Pero, ¡se puede evitar! La pregunta es cómo y la respuesta es tan sencilla, que incluso podemos replicarla hasta el día de hoy. Simplemente debemos estar bien excitadas y lubricadas.
Aunque pensándolo bien no es tan simple, ¿verdad? Para lograr esto hay que tomarse tiempo suficiente para disfrutar, relajarse y esperar cuando es el mejor momento para dar el siguiente paso. De esta manera, no estaremos nerviosas y nuestra vagina no se tensionará (que es la causa principal del dolor) y estará dispuesta para la penetración. Ahora, si la lubricación falla o no es suficiente, para eso existen los lubricantes, que sin importar nuestra edad, son el mejor ayudante que podemos tener a la mano.
Ahora, para muchas chicas esta noticia puede ser una gran obviedad; pero créannos, para otras miles más, la verdad es que es algo que pudo haber cambiado sus vidas y aún es una información que le puede cambiar la vida a muchas chicas chiquitas, que vienen detrás de nosotras ????
LAS MUJERES NO SE MASTURBAN. ¡Falso!
A ver, aclaremos esto de una vez por todas. Vivimos en una sociedad que es más tolerante con la actividad sexual masculina que con la femenina. Por lo tanto es normal y aceptable que un hombre se masturbe en su etapa adolescente, que vea porno a cualquier edad y que hable de su sexualidad abiertamente. Mientras que una mujer no puede masturbarse porque es algo desagradable y nada coherente con ser una “niña de casa”.
La gravedad de estos prejuicios sobre nuestras actitudes sexuales y nuestro cuerpo radica en que muchas mujeres nunca en la vida -en serio, nunca- se han tocado. Otras muchas lo hacen a escondidas (no hablan de ello o lo niegan) y otras lo hacen únicamente para estimular a sus parejas. Entonces, más que desmentir esta idea de que las mujeres “no se tocan”, es una realidad: sí lo hacen. Mejor dicho, lo hacemos. Es una invitación para que puedan disfrutarlo tranquilamente, sin culpas, sin prejuicios. Para que se conozcan más y se enamoren más de sí mismas.
EL ORGASMO DEBE ORIGINARSE EN LA VAGINA. ¡Falso!
Bueno, prepárense para desmentir otro gran mito. Pero primero tomen asiento. ¿Listas? Tenemos el gusto de contarles que los orgasmos vaginales y los orgasmos clitoriales NO EXISTEN. Solo existe un orgasmo y ocurre en el cerebro. Pero entonces, ¿qué es lo que hemos sentido todo este tiempo? Alcanzar el orgasmo es algo que podemos lograr a través de la estimulación de cualquier lugar del cuerpo, especialmente los genitales.
Aún así habrán escuchado que se pueden lograr orgasmos incluso sin tocarnos. Es por eso que la zona genital no es la gran privilegiada para provocarnos uno de los placeres más grandes de la vida. Ahora, el cerebro es órgano sexual por excelencia y es por eso es tan importante meternos en el cuento y fantasear antes de empezar cualquier tipo de estimulación.
Y como no queremos aburrirlas o terminarlas de enloquecer con tanta información, vamos a dejarlas con estos tres mitos para que los mastiquemos, los asumamos, indaguemos más sobre ellos y por supuesto los pongamos a prueba.
Si hay otros mitos que quieres desmentir déjanos un comentario aquí abajo o escríbenos a hola@hambreshop.com
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