¿Sabías que se necesitan unas 3.500 calorías extra para ganar una libra de grasa? Fijo ese delicioso pedazo de pizza que te comiste, no se acerca a esto.
Es domingo por la noche o lunes por la mañana: ya pasó la euforia del fin de semana, ya estás dispuesta a dar inicio a una nueva semana, pero hay algo que te tiene intranquila y no se sale de tu cabeza: ¡te “excediste”!
Pero antes de ayudarte a sacar esas palabras de la cabeza, analicemos un poco por qué llegaste a esos supuestos excesos: quizás fue una semana súper estresante y necesitabas regularte con un poco de helado con doble adición de crema chantilly, luego el sábado un cumpleaños, el domingo el almuerzo familiar en donde nunca falta el postre, y ya en la noche solo sientes que estás a punto de rodar por las escaleras, y que incluso, la cama se te hizo pequeña.
¿Te sientes identificada? Perfecto, nada grave, a todas nos ha pasado (a mí me pasa cada fin de semana).
Para empezar, ¡relájate! Y apenas leas lo siguiente, vas a entender el porqué:
1- Es muy probable que tu ingesta calórica extra no haya sido tanta. ¿Sabías que se necesitan alrededor de 3.500 calorías extra para ganar una libra de grasa? Fijo, fijo, ese delicioso y grasiento pedazo de pizza que te comiste de más, no se acerca a esto.
2- Créeme cuando te digo que nuestros cuerpos siempre vuelven a la normalidad. Ellos saben cuándo les damos más o menos, así que por el simple hecho de aumentar tu actividad física o retomar nuevamente tus hábitos alimenticios, nuestros organismos se regularán y no tendrás por qué preocuparte.
3- Está bien darse gustos y “excederse” de vez en cuando. ¡El cuerpo también lo necesita! Cuando lo acostumbras a restringirse de ciertos alimentos, cada vez se negará más y más a recibir ese helado o esas papas fritas que muchas veces extrañas. Entonces no te estreses y enséñale que esos alimentos también están permitidos.
4- Por otro lado, ¿sabes por qué es necesario comer “chucherías”? Porque después del placer, te recuerda de uno u otro modo, por qué eliges alimentarte cotidianamente, de cosas que sí le hacen bien a tu organismo. ¿A quién le gusta sentirse hinchada, lenta, pesada y sin energía? Así que mantén la calma y dale a tu cuerpo este válido recordatorio de vez en cuando.
5- ¡La vida es taaan corta! Y puede ser un cliché, pero estas frases son necesarias para recordarnos que no debemos gastarles tiempo y energía, a pensamientos que no nos impiden avanzar o disfrutar de lo que tenemos a nuestro alrededor.
Para concluir, cuando sientas remordimiento por haber comido rico un fin de semana o porque te hayas salido de tu rutina de actividades, pregúntate siempre: ¿esto amenaza mi vida? ¿En serio esto va a opacar lo bien que la pasé con la gente que quiero? ¿De verdad es necesario sentirme moralmente equivocado? ¡Nada, es solo comida!
Supéralo, volver a la normalidad es más fácil de lo que creemos, y más bien ve planeando cuándo será tu próximo encuentro con esa hamburguesa con doble queso y tocineta. Vas a ver que cada vez será menos traumático y aprenderás que sí, mereces ese premio.
Comentarios