Hay ciertas temporadas en nuestra vida en las que sentimos un fuerte impulso sexual que nos lleva a decir “sí” a casi todo. Normalmente aparecen después un largo ciclo de abstinencia más conocido como “verano” donde casi sin querer queriendo dejamos nuestra vida sexual de lado.

El verano, que en innumerables lugares del mundo significa diversión, para nosotras se ha convertido en algo que debemos enfrentar y erradicar por completo ya que de acuerdo a las creencias populares es el origen de nuestro mal genio y muchos otros males femeninos.

Es por eso que hoy hablaremos de cómo podemos disfrutar de las maravillas del verano, para que comience a ser la mejor temporada para conocernos y no para sentirnos mal por estar solas o buscar una pareja desesperadamente.

Pasos para disfrutar el verano:

1. Redescubre tu cuerpo.

A veces nos vemos al espejo, pero no nos miramos. Es decir, no notamos qué cosas de nosotras han cambiado además de nuestra talla. Estamos hablando de esas zonas que nunca observamos por pudor o porque pareciera ser algo que le corresponde a otros.

Es por eso que lo primero que debemos hacer es sentarnos desnudas frente a un espejo y mirarnos detenidamente revisando cada esquina de nuestro cuerpo, desde nuestras lolas, hasta nuestra zona genital.

2. Tócate.

A veces permitimos que otras personas exploren mucho más nuestro cuerpo que nosotras. Es por eso que no solo basta con sentirnos seguras de sí mismas, sino estar seguras de que realmente nos conocemos. Es por es que debemos usar nuestras propias manos para tocar cada una de nuestras zonas más sensibles: pechos, cintura, piernas y centrarnos en ese pequeño punto que tiene más de ocho mil terminaciones nerviosas llamado clítoris. Porque solo así descubriremos dónde sentimos más y cómo.

3. Vuelve a divertirte con juguetes.

Tocarnos es una buena manera de reconectar con nuestro cuerpo otra vez. Y aunque podemos hacerlo con nuestras propias manos, también podemos probar con juguetes, ya que están diseñados para explorar cada una de nuestras zonas más sensibles. Y no, no solo son para las personas “open mind”, o para usar en pareja. La mayoría de juguetes son herramientas muy poderosas para descubrir todo el placer que podemos sentir y las infinitas formas que tenemos para llegar a él.

4. ¿Cómo son? ¿Para qué sirven?

Vibradoras para PUNTO C: Son para la parte externa del clítoris que está ubicado en el lado superior de nuestra vulva. Es una especie de botón muy sensible, cubierto normalmente por una membrana que parece un capuchón. Los juguetes para esta zona son de uso externo y se pueden ubicar alrededor del clítoris o directamente, jugando con los tipos de vibración, de acuerdo a nuestro nivel de sensibilidad.

Vibradores para PUNTO G: Están diseñados para esa zona rugosa que está de 3 a 5 cmts dentro de nuestra vagina. Son de uso interno y tienen la punta plana para que lleguen directamente a este punto al introducirlos. A veces la estimulación de esta zona nos hace sentir que vamos a orinar, pero en realidad este es el indicador para saber que estamos llegando a un orgasmo producido desde el punto G.

Vibradores para nuestra vagina: La vagina es la zona que se encuentra al interior de nuestra vulva. Esta zona cuenta con menos terminaciones nerviosas que el clítoris y por eso para llegar allí se recomienda haber estimulado primero el PUNTO C. Los juguetes para explorar esta zona son de uso interno y tienen forma fálica para que puedan tocar las paredes vaginales.

Una vez cumplidos estos pasos podrás descubrir mucho más de ti y lo más importante te darás cuenta que el verano no será una tortura más en nuestras vidas, sino la mejor temporada para divertirnos con nosotras mismas. Enjoy it!

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