Yo también caí en las mentiras de un mujeriego – Mi historia
Siempre que veía el mujeriego estereotípico de las películas, creía que era una hipérbole de lo que realmente sucedía. Sabía que existían hombres que salían con muchas mujeres pero no me comía el cuento de que pudieran inventarse historias para salir con varias al mismo tiempo. Mejor dicho: nunca creí que hubieran personas dispuestas a dedicar su tiempo para tramar toda una red de mentiras estratégica y poder salir ileso. Nunca, hasta que conocí a uno.
Esta es la historia de cómo me di cuenta de que pasé varios años de mi vida con una persona con trastorno de Casanova y de pseudo romántico, con un gran poder de conquistar con su labia a quien, tristemente, elija (porque enreda a la que sea).
Un tipo con doble personalidad, doble vida, dobles intenciones: un idiota que no tiene vergüenza ni pudor.
Ya van dos veces que termino haciendo amigas porque me siento a hablar con mujeres con las que termino dándome cuenta que por la misma época compartimos el mismo novio. Valga aclarar que solo he tenido 3 novios en mi vida, así que no he sido la más suertuda en esto del amor.
El primero fue el novio que tuve entre los 15 y 16 años. Me encantaba pero la verdad no me dolió mucho enterarme de que salía con otras dos mujeres (imagínense: tenía novia, arrocito en bajo y yo, que venía siendo algo así como la mosa, aunque yo conociera a sus papás y fuera a su finca. Punto importante: su familia puede ser aliada de sus cochinadas, no te fíes de que te lleve a su casa, puedes igual ser la segunda o hasta la tercera, como yo).
Me gustaba y estaba tragada pero no era enamoramiento, entonces cuando conocí a María y coincidimos en que nuestro novio tenía el mismo nombre, edad, profesión y vivía en el mismo lugar (¡qué coincidencia!), terminamos riéndonos y contándonos todos los detalles para desmantelar a ese ser macabro antes de rivalizar entre nosotras. Gran decisión: cuando un tipo es el que engaña, no se ensañen con las otras mujeres. Enfréntenlo juntas, pero no se den duro. Así como cayeron ustedes, pudieron caer muchas más.
La segunda coincidencia fue una total sorpresa. Hace ya más de un año y medio terminé mi relación y toda comunicación con el susodicho. Él fue quien me terminó y, aunque la tusa fue de lo más difícil que he vivido, me he ido dando cuenta con el tiempo de que, como buena primípara en el amor, estaba en un enamoramiento enceguecido y que realmente no valía la pena. Bueno, eso pensaba antes de saber que tuvo muchas más en esos 5 años.
Comencé a trabajar con una mujer brutal que, según mi ex, habían tenido un rollo pero habían terminado siendo muy muy amigos. Vamos a llamarla, Pepita. Aunque Pepita me generaba tensión y me angustiaba, yo optaba por creerle al susodicho porque qué más. Ahora me doy cuenta que no era angustia o celos sin sentido sino una corazonada y mi intuición diciéndome: marica, date cuenta.
Por cosas de la vida empecé a trabajar con Pepita. Un día, hablando de todo un poco finalmente tocamos el tema del innombrable. ¡Y pues adivinen! Ella no había sido un rollo temporal y ya, había durado con el tipo un año y siete meses hasta que se dio cuenta de que él siempre había tenido novia (eso pasó con la novia que tuvo antes de mí. Es decir: el tipo tenía una novia antes que yo con la que duró 5 años y se la ocultó a Pepita por un año y siete meses… ¿ah? Un año y siete meses en los que Pepita fue cachos y no tenía idea).
Cuando ella se dio cuenta de que siempre fue “la otra”, le terminó inmediatamente pero quedó con una tusa que le duró más de dos años. Y con toda razón. Ella pasaba todos sus fines de semana con él, la suegra la invitaba a casa de sus abuelos y salía con los amigos del tipo. Mejor dicho: eran novios oficiales hasta que se dio cuenta de que había una que al parecer era más oficial y que justo estaban cumpliendo 5 años de noviazgo.
A ella le tocó más duro que a mí. Pero cuando me enteré de eso, empezamos a pensar en fechas y me di cuenta de que yo también terminé siendo cachos de su ex de 5 años porque el tipo tiene una dificultad motriz y mental que aparentemente le imposibilida terminar relaciones si no tiene primero una nueva en remojo. Y la del remojo empezaba a ser yo.
Y eso no es todo, cuando le terminó finalmente a la ex estuvo saliendo con otras dos mientras salía conmigo. Y mientras eso sucedía, le decía a Pepita que ella era el amor de su vida y que él sabía que se iban a casar. Hagan la cuenta: 4 mujeres al tiempo sin una pizca de verguenza ni cordura. Y todas sanas, creyendo que era el hombre más atento, detallista y poeta, porque se las da de literato.
Conversando juntas me di cuenta que mientras estuvo conmigo tuve varios cachos. Si me entero de esos solo hablando con Pepita, ¿se imaginan cuántos más habrá si hablo con las demás ex?. Me tranquiliza no sentir dolor por saberlo, ya sané mi relación con él entonces no siento dolor ni rabia sino que me impacta y decepciona profundamente. Pero también me di cuenta de que antes de terminarme, como es su modus operandi, ya tenía una nueva que terminó siendo mis cachos y ahora están juntos. Y, actualmente, le sigue diciendo a Pepita que ella es el amor de su vida y que se quiere casar con ella.
No solo eso: debo mencionar que a los pocos meses de que me terminó, me contactó de nuevo para decirme que había cometido el peor error de su vida y que quería casarse conmigo, que nos fuéramos a vivir juntos porque se dio cuenta que yo era el amor de su vida. El tipo tiene como 20 vidas y para cada una tiene un amor de la vida. Si cada propuesta de matrimonio que ha hecho lo hubiera hecho con anillo, más de 10 tendríamos anillo de compromiso en mano a punto de poner en una casa de empeño.
La historia finalmente es sobre qué hacer. ¿Qué harías? No es un problema de: “me puso cachos”, es un problema de mitomanía y doble personalidad. Es un gamer, un hombre que es obsesionado por tener muchas mujeres y mentir a toda costa para hacer sus fechorías y salir ileso. Porque bueno, si el tipo fuera honesto y de entrada te dice: me gusta salir con muchas mujeres al tiempo, ¿estás dispuesta? Vale, ya uno sabe a qué se atiene. Pero no tiene aviso ni notificación. Además cuenta con cómplices muy creíbles, como su propia mamá y familia. Es que uno cree que la suegra es feminista hasta que quiere cuidarle las 4 novias a su hijo porque “le hacen bien”. Ay Dios…
El tema no es de: le voy a dañar la relación y le voy a decir todo a su novia actual. El tema es: si sé que es un hombre que tiene un problema, yo, estando en su posición, amaría que alguien me dijera a qué me puedo enfrentar y quién es realmente: cuál es su segunda cara. Si se quiere quedar ahí, perfecto. No es cuestión de que se vaya sino de que tome una decisión informada.
Esto lo escribo después de ponerme la pijama, lavarme la cara terminando un día de shock por saber que estuve 5 años con un fraude. 5 años y medio, los 6 meses finales cuentan. Y con la certeza de que no le diré nada a ella porque, aunque creo que es necesario que entre las mujeres se creen canales de comunicación seguros y de apoyo, también creo que a la mujer que quiere hacerlo se le crucifija como la entrometida, la manipuladora, la que sigue enamorada y quiere dañarlo todo.
Y aunque ese no sea mi caso, creo que finalmente todos aprendemos algo realmente cuando lo vivimos. Y por más que ella sepa que se puede caer y hasta matar si sigue ese camino, lo andará porque quiere comprobar con sus ojos el abismo, porque cree, en el fondo, que no existe y que todo está bien y nada va a pasar.
Porque así es el amor: crédulo, enceguecedor y sabio. Nada más enriquecedor en la vida que amar hasta el tuétano y equivocarse y volverlo a intentar. Pero nada más doloroso que perder años de la vida apostándole a la cobardía de un hombre que promete vidas y amores y parece tener alma de gato.
Con amor, una Lola en anonimato que también sufrió en el amor.
Ultimamente he leído mucho de este tema y está muy bien documentado y estudiado por un psicólogo llamado Iñaki Piñuel. Este tipo de personalidad es propia de los psicópatas (si, no sólo los que matan a una gran cantidad de gente y están en la cárcel son psicópatas). El Dr. Piñuel tiene un libro, en el que habla del abuso que este tipo de personas hacen y todo el daño psicológico que causa en sus víctimas, por lo que estas tusas suelen ser mucho más duras, debido al vínculo traumático que se genera con el abusador.
El libro se llama AMOR ZERO, abre los ojos nivel Dios, y creo que es una herramienta magnífica para evitar caer en las redes de este tipo de personajes.
Gracias Marcela por el dato del escritor! Creo que entre todas, nos podemos ayudar para tomar decisiones más informadas!
Está increíble tu recomendación. Concuerdo, tiene algo de psicopatía ese tipo de actitud y comportamientos. Gracias por la recomendación, juntas nos apoyamos <3
Estoy por pensar de que tuvimos el mismo novio. Nada raro sería. Comparto la misma historia, incluso con la familia de alcahuetas que al parecer de valores no tienen nada. Y eso no es nada. En mi caso ante todo el mundo a mi me hizo quedar como lo peor, como una vieja loca, solo porque lo desenmascaré ante varias de las tantas que tenía y lo peor es que para esas otras, yo si seguí siendo la mala. Solo una exnovia loca, que quería dejar a «su nueva conquista» como lo peor. Lo que tu dices es cierto. Generalmente entre nosotras mismas nos damos muy duro.
Muchas gracias por la historia, estoy 100% de acuerdo con que no se empeñen en pelear con las mujeres, aveces estamos todas engañadas, aparte quien debe darnos el lugar es el man.
Creo que ese hombre se llama Felix eduardo moreno suarez,, ya que es igualito al que habla la autora.
Ese hombre tiene todos los nombres de los hombres fraude del mundo. Ponle el que tú quieras <3
Gracias a la redes sociales sabemos que no estamos solas.
A mi que me diga la ex le creo. Ya una me salvó de la tragedia y se lo agradezco mil veces. Angelica! No somos amigas pero me diste la mano y la verdad para lo q mi intuición me decía del psicopata manipulador. Seamos mas amigas que enemigas, sin miedo!
Quedé impactada con este post, porque me sentí demasiado identificada, estuve en una relación así por dos años (aunque pudieron ser 20!!) y concluyo dos cosas que quisiera compartirles: 1. Me entristece sobremanera la forma tan descarada en la que sus familias y amigos se prestan para formar parte del circo que estos tipos montan. 2. De esa experiencia resaltó que nuestra intuición (llamen lo Dios, sentido de supervivencia, lo que sea) es nuestro más grande aliado y tenemos que escucharla siempre, por mí parte siempre me sentí intranquila e insegura, y cuando por fin me negué a seguir con esa mala situación por respeto a mí misma, tuve el valor de irme de ahí. Gracias por compartir estas historias de vida que nos hacen saber que no estamos solas!!!
Que terrible que tantas mujeres pasemos por lo mismo. Después de terminar con mi novio de 3 años caí en cuenta que yo fui su «nueva en remojo» de su relación anterior y obviamente a mí me hizo lo mismo: me engañó al menos 1 vez (que yo me haya enterado) y luego cuando terminamos a la semana ya estaba de novio con otra que tenía en remojo. Las 4 mujeres (su ex, yo, con la que me puso cachos, y la nueva) somos de la misma universidad …. ah? que tal el descaro. Recuerdo cuando empecé a salir con él que estábamos en la universidad y su ex (que claramente no era tan ex) nos vio e hizo escándalo gritando ¿¿desde cuándo salen??. En ese momento yo pensé que ella era la ex loca y él la víctima de todo… hasta que pasé por lo mismo. Cuando ya llevábamos 3 años de relación y unos cachos encima, decidí terminarle. Oh sorpresa, a la siguiente semana voy entrando a la universidad y ahí está campante besándose con la nueva. Me sentí en los zapatos de su ex que yo había juzgado tanto.,. me hice exactamente la misma pregunta: ¿desde cuándo salen?. Hoy en día sólo espero que ellas 3 estén bien… me arrepiento mucho de haberlas juzgado y haberlas creído las malas del paseo. Lección sufrida y aprendida.
Me identifico mucho con este post, me involucre con uno en el trabajo, gran error, no se podía decir abiertamente de la relación, pero era un secreto a voces, cuando lo comienzo a hacer oficial con los compañeros resulta que salía con al menos cuatro de diferentes departamentos, más dos que ya habían renunciado aparte de mi y cada nueva que entraba sobre ella, de verdad una locura. Me tuve que alejar y cortar por lo sano.